Tiempo
atrás –unos 20 años- me contaba un buen amigo (que en ocasiones hace fotos y
redacta algún artículo) cómo se enamoró perdidamente de una Telecaster® que
lucía tras el escaparate de una tienda de instrumentos en la calle Talleres de
Barcelona. Decidió
rescatarla y llevársela a casa para emular al gran Mike Stern. Mientras el
personal de la tienda descolgaba ese prodigio de la tecnología americana entró
por la puerta un tipo con tupé, vestido completamente de negro, dos metros de
altura con una preciosa Rickenbacker® en mano.
El personaje se acercó y tras observar un rato dijo: “joder, tío, que guitarra más bonita que te vas a comprar”. Todo el mundo sabe que Loquillo es un músico de Barcelona, pero lo cierto es que Loquillo es Barcelona. No creo que haya un artista que haya sabido retratar mejor, no sólo la ciudad, si no a toda una generación que se ha venido identificando con su música desde aquel “Ritmo de garaje” del ´83. Prueba de ello, son “Cadillac solitario” o años más tarde “El rompeolas”, iconos musicales vinculados ya de por vida a su ciudad natal.
El
pasado 15 de Agosto, Loquillo y colaboradores se detenían en Ciudad Real, como
parte de su GIRA 2014 – EL CREYENTE.
A
lo largo del show repasaron ampliamente toda su discografía, y cómo no, sonaron
también “El ritmo de garaje”, “Rock and Roll actitud”, “Feo, fuerte y formal” o
el “Hombre de negro” entre otras. “El manager” fue dedicada a un inspiradísimo
Jaime Stilnus, que nos deleitó con su buen hacer a la guitarra. Ciudad Real
vibró con la archi-conocida “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como
este?” de los Burning. Quedaron en
el tintero, quizá para otra ocasión temas como “Chanel, cocaína y don
Perignon”, pero definitivamente me quedo con “Rock suave” o “La mataré”.
The Buyakers, la banda puertollanera, fue la
encargada de abrir el concierto, y la verdad que lo hicieron muy bien. El
repertorio, divertido y bailable consiguió que el público se fuera calentando
para recibir a la siguiente banda local.
The Wife and the husband con un flamante nuevo
trabajo bajo el brazo “Wake up” descargaron el directo al que nos tienen
acostumbrados, enérgico, cañero y con ese sabor a garaje que nos encanta,
y además, justo en ese momento en el que las luces del escenario cobran protagonismo
para goce de los fotógrafos.
En definitiva, un gran concierto en el que Loquillo
y compañía repartieron una buena dosis de rock auténtico y genuino y a los que
deseamos desde aquí que sigan otros 30 años más sumando hits.
Nos vemos en el próximo.